Dándote una serenata en el patio de tu casa,
Me acompaña mi cuatrico y un litro de caña blanca. (Bis)
Y le pido al dios vendito si el guayabo no me mata
De meterme en la sabana y perderme en la distancia,
Por donde no allá caminos y por donde nadie pasa,
Y que me agarre la noche si cobija y sin hamaca.
Después de caminar tanto me senté bajo de una mata
Recordando esa mujer me acorde de mama pancha,
Lo que me dijo un diciembre la noche buena de Pascua,
Que el guayabo que se siembra se corta y queda la pata.
Después de cantarte tanto esta ronca mi garganta,
Siento un dolor en el pecho y mi cuerpo ya no aguanta.
Me dicen en barrio nuevo por el callejón la planta
Que le pasara al poeta que ya no silba ni canta,
Ya no dice poesías a la mujer de su casa,
Y se queda callaíto cuando mira una muchacha.
El otro día y que lo vieron en un banco de la plaza,
Hablaba con un borracho y tenía la cara gacha,
Su sombrero borsalino metido en una busaca
Y pelo por un sencillo como para hacer una vaca.
El llanero que es llanero el solo sufre y aguanta
Y las penas se le salen así sea dura la marcha,
Recordando un dicho viejo que me lo decía mi taita
Que los guayabos se matan con miche mujer y plata…
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