Pasarán doscientos
años para que vuelva contigo,
ya tendrás tu desengaño
el que será tu castigo.
Es indudable que tu lo quisiste así
voy a culparte por todo lo sucedido,
sin pretender
herirte más,
prefiero irme y enterrarme en el olvido.
Por varios años anduve arando en el mar,
buscando en van o lo mejor de los caminos
no lo encontré y me cansé la mala suerte
quiso ensañarse conmigo.
Pasarán doscientos años
solo hace falta paciencia,
ojalá puedas vivir los
pa’ comprobar tu inocencia.
Doscientos años eso no más te daré
quién quita puedas,
acumular experiencias yo los viví y algo aprendí
por tal motivo,
existe una diferencia.
Doscientos años pueden ser doscientos días
todo depende del ritmo de tu conciencia,
si no es así,
pobre de ti ya te saldrá la más severa sentencia.