Tu amor me cayó del cielo como gotas de rocío
mientras que yo me quemaba con el vapor de mi hastío,
mi vida no soportaba ya casi que no aguantaba la furia de un sol bravío,
solitario me arrastraba y agonizante buscaba la tolda de un amorío.
Yo era el que me la pasaba trasnochando el caserío
llorando mientras cantaba hasta quedarme rendío,
pero una fiel madrugada tu amor llegó a mi ventana como un lejano tañío,
tan sereno suave y manso metiéndose en mi remanso como la espuma del río.
Hoy que tu amor soberano vino a llenar mi vacío
ya no me agobia el verano ni en las noches siento frío,
que acometan vendavales con vientos descomunales que yo acepto el desafío,
al mundo reto contigo te idolatro soy tu amigo confía en mí que en
ti confío.
En resumen mi cariño te lo he entregado baldío
puro como alma de niño siembra en el tu señorío,
para que cuando amanezca se funda y se refortalezca tu tierno amor,
junto al mío
y que no desaparezca después que crezca como la espuma del río.
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