Sabana del Morichal cuantas veces te cruce cuando yo era becerrero
Sobre mi cabalgadura en los lomos de una mula en verano o en invierno,
Con el agua a la rodilla echaba las travesías por lagunas y esteros,
El caño y la mata de mango donde pasaba el alambre con el tiempo se perdieron.
Ya no se ve en mi llanura una cobija de pelo,
Una falseta de cerda tampoco se ve el suadero,
De pura concha de topocho los fabricaba mi abuelo.
Es raro ver un corral con cien vacas pal ordeño,
Un atajo de caballo y lo bueyes madrineros,
Y un garabato colgando de caruto sabanero.
Allá en la caballeriza de la vieja fundación no se ve una soga de cuero
Tampoco se ve el tabique que había de caramacate que servía de comedero,
A quedado solitario el botalón del corral solo quedo pa’ recuerdo,
No se mira el mandador que usaban pa’ arrear el ganao aquellos viejos llaneros.
Del llano queda muy poco me cuesta mucho creerlo,
El pilón quedo apartao por las maquinas de acero,
Y los llaneros de ahora usan gorra y no sombrero.
Yo seguiré siendo criollo así me digan veguero,
Vistiendo de liqui liqui de alpargata y de sombrero,
Pero lo juro hermanito con lo moderno no puedo.