Como a nadie me parezco,
Porque no hago imitaciones,
Mi estilo me lo dio el llano,
Por eso es que mis canciones
No hablan de trivialidades,
Menos de insulsas paciones,
Porque llevan sentimiento,
Y profundas reflexiones,
Ritmo y sabor natural,
Del llano de los garzones. (BIS)
De que sirven sus aplausos,
Y cerradas ovaciones,
Si no puedo sembrar nada,
En sus nobles corazones,
Quiero críticos sensibles
Que escudriñen mis canciones,
Sin negarme el beneficio,
De que hagan mis correcciones,
No vine a venderles nada,
Ni hacerles proposiciones,
Solo he venido a enseñarles,
Mi llano y sus emociones,
Su sentir y su vivir,
Su emanar a borbotones,
Vida y derecho a vivirla,
Sin metralla ni cañones.
No más individualismo,
Que no somos vaquería
Que se apartan a lo macho,
No señor mi vida es mía,
Y como me pertenece
Yo le recomendaría,
Que no se atreva a dañarla,
Porque hasta el último día,
Me propongo conservarla,
En plena paz y armonía. (BIS)
Ya no más ensañamiento,
Basta de bellaquería,
Como pretendes odiarme,
Si llevas la sangre mía,
Como callaras mi voz,
Si tu sonido es mi guía,
Somos hermano de patria,
Yo pensé que me querías,
Es la voz de los llaneros
Que hacía tiempo no se oía,
Y hoy retumba como un trueno.
Por selvas y serranías,
Por sabanas y palmares,
Buscando en la lejanía,
La paz de los colombianos,
Que es de todos, tuya y mía.