Mi padre mi cuatro y yo somos fieles compañeros,
Mi cuatro me da la nota mi padre me da el arreglo,
Yo pongo la inspiración pa’ este pasaje llanero,
No sé qué será de mí el día que nos separemos.
Que por culpa del destino mi padre se vaya al cielo,
No se volverá escuchar a mi cuatrico veguero,
A mi talento y garganta en festivales llaneros,
Y el llano y nuestro folklore de luto nos vestiremos.
No sé qué será de mí el día que nos separemos,
Que por culpa del destino mi padre se vaya al cielo,
No se volverá escuchar a mi cuatrico veguero,
A mi talento y garganta en festivales llaneros.
Su caballo de confianza y su burro sillonero,
También se mirarían triste metidos en un potrero
Al saber que hemos perdido aquel errante coplero,
Que amanecía en los parrandos cantando un cunavichero.
La manta y el par de espuelas y el garabato soguero
Los aperos de montar la cobija y el sombrero,
Quedaran como reliquia colgando allá en el alero,
Al recibir la noticia que ya murió este llanero. (BIS)
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