Matapalo del camino,
Árbol sombrío en el centro de la sabana,
Con su follaje tupido,
Y el azulejo, hace su nido en las ramas,
Camino largo y tendido,
Entristecido me lleva a tierras lejanas,
Pero me como la vida,
Bajo ese árbol, donde la sombra me llama.
Hay pase más de un guayabo,
Amarre la mula zaina,
Su raíz de cabecera
Descansé sobre mi ruana,
A tiempos que ya se fueron,
Pero aún queda la marca,
De las letras iniciales
De aquella mujer amada,
Pintadas por mi puñal,
Casi en toditas las ruanas.
Hoy que vuelvo por aquí,
Me atropella la nostalgia,
Matapalito sombrío,
Porque no me cuenta nada,
Fíjate que, hasta el camino,
Lo está tapando la grama,
Menos mal que en el pollero,
Me queda un litro de caña,
Y el perrito centinela,
Fiel amigo me acompaña.
Matapalo de recuerdos,
En esa tarde, cuando caían granzas blancas,
Y llevas el calendario,
Llevas la cuenta de todos los días que pasan,
Todavía tiene el tallón,
De ese templo con la novilla araguata,
Y sigue echando raicitas,
Que d sus brazos descuelgas como guirnaldas.
Ni la briza ni el garcero,
Me dan razón de mi amada,
Que sería de su belleza,
Su cuerpazo de gitana,
Jamás yo vuelvo a creer,
En lágrimas de una dama,
Ni en la renquera de un perro
Mi viejo lo comentaba,
Porque en este mundo sobran
Monedas de doble cara.
Matapalo del camino,
Hay te dejo mi tonada,
Quisiera tener mi negra
Como usted tiene esa palma,
Sigue dando al caminante
Su sombra que tanto agrada,
Sírvale de dormitorio,
Al toldito y la guacaba,
Ya compartimos un rato
Los pesares que me embargan.