Autor: William Centella
Por fin conseguí el amor
De la muchacha más linda que hay en el pueblo,
Después de tanto esperar,
Me ha hecho realidad,
Mi más anhelado sueño. (BIS)
Por fin, por fin
Me ha recompensado el tiempo,
Valió la pena aguantar
Quebrantos y sufrimientos,
Porque hoy tengo sus caricias,
Su dulce hablar y su aliento,
Sus miradas, sus sonrisas,
La magia de un embeleso,
Que me envuelve la pasión
Loca y sutil de su cuerpo,
Cuando se cierra un abrazo,
Y hace prisionero un beso,
Deseo tan solo dormir
Acurrucado en tu pecho,
Bebiéndome tus suspiros
Cual caminante sediento,
Que ha encontrado agüita fresca
En medio del desierto.
Quiero tanto a mi muchacha,
A mi muchacha y de eso no me arrepiento,
Ella es mi felicidad,
Mi esperanza, amor y paz,
Mi fe, mi luz, mi tormento. (BIS)
Orgulloso, orgullos es que me siento,
Mi orgullo es tener su amor,
Y darle amor por supuesto,
La quiero, la quiero tanto,
Que la celo hasta del viento,
Del sol que besa su piel,
Y logra broncear su cuerpo,
Del rio cuando en él se baña,
Me hace desconfiar y pienso,
Que alguien me puede quitar
Su único y bello sustento,
Y enseguida me atropella
Un fuerte presentimiento,
Que el día que no estemos juntos,
Me va matar el tormento,
Porque la voy a querer
En vida y después de muerto.